Impresionantes y únicas son las panorámicas que muestran el conjunto formado por los Mallos de Riglos, paredes verticales que alcanzan los 300 metros de altura asentadas junto al casco urbano de Riglos y al curso del río Gállego.
Fueron levantados por la orogenia alpina,
iniciada hace unos 65 millones de años, cuando se formaron los Pirineos. Siendo
más tarde erosionados por el agua, la lluvia y el viento, que los ha ido
aislando y modelando, dando lugar a las actuales paredes rocosas gigantes
que se
reparten por la cara sur de las sierras exteriores del Prepirineo.
Muestran un color rojizo debido a la
existencia de hierro y arcillas que resulta espectacular a la caída del sol.
«Mallo» es un término aragonés, y cada uno tiene un nombre
propio, cuyo origen procede en algunos casos del nombre de casas de Riglos
(Firé y Pisón), de su forma o color característico (el Puro, el Cuchillo, la
Visera, del Agua, os Fils, Colorado, Magdalena, Aguja Roja, Tornillo,
Tornillito) o en homenaje a otras personas no relacionadas necesariamente con
el mundo de la escalada. Respecto a la toponimia de los mallos pequeños, a la
zona se la denomina "os galochos", que en aragonés, galacho o
galocho significa zona angosta o de paredes verticales creada por la erosión
del agua.
Riglos y sus mallos son un paraíso para los
escaladores, entre quienes son famosos y conocidos internacionalmente. Sólo en
Riglos se han marcado unas 200 vías de escalada, la mayoría de elevada
dificultad.
Y como no, para las aves rupícolas, que
tienen su hábitat en las múltiples oquedades que se producen en los mallos.
Estas aves, en su mayoría rapaces protegidas, pueden verse sobrevolando el
territorio. Para
completar la visita, se ha creado un centro de interpretación de aves
carroñeras en Riglos, ARCAZ, que
dedica un amplio espacio al buitre leonado.
Los mallos de Riglos son los más famosos,
pero en esta misma zona encontrarás los de Agüero, Vadiello, Murillo de Gállego
y el Salto de Roldán, entre otros. Protegidos bajo la figura MONUMENTO NATURAL DE LOS MALLOS DE RIGLOS,
AGUERO Y PEÑA RUEBA. Diversos itinerarios senderistas recorren estas
impresionantes moles que llegan a alcanzar los 300 metros de altura.
En la zona baja del caserío de Riglos, con el mismo color rojizo que los mallos y destacando de entre las viviendas encaladas, encontramos la iglesia románica de la Santa Cruz, capilla que fue del desaparecido monasterio de San Martín, datable en el siglo XII pleno.
Por último, señalar que son visibles desde varios puntos del territorio, presentando estampas tan bellas como la vista al atardecer desde Murillo, o la más extensa desde el Mirador de los Buitres.
TODA LA INFORMACIÓN INCLUIDA EN ESTA
PUBLICACIÓN, HA SIDO RECOGIDA DE LOS SIGUIENTES ENLACES:
https://es.wikipedia.org/wiki/Mallos_de_Riglos
https://www.turismodearagon.com/ficha/mallos-de-riglos/
https://www.rednaturaldearagon.com/monumento-natural-de-los-mallos-de-riglos-aguero-y-pena-rueba/
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